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El arbitraje es un mecanismo alternativo de resolución de conflictos en el que las partes involucradas acuerdan someter su disputa a la decisión de un tercero neutral, llamado árbitro (o tribunal arbitral, en caso de que esté formado por más de una persona), que resolverá el conflicto emitiendo una decisión vinculante para las partes.
Ventajas del arbitraje
El arbitraje ofrece numerosas ventajas en comparación con los procedimientos judiciales tradicionales. Algunas de estas ventajas son:
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Flexibilidad: La partes involucradas pueden personalizar el proceso de arbitraje según las necesidades del caso, lo que se traduce en una mayor eficiencia y en un ahorro de tiempo y dinero.
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Confidencialidad: Los procedimientos arbitrales son estrictamente confidenciales, asegurando la protección de los detalles del proceso y el contenido de la decisión emitida. Los árbitros, las partes y las instituciones arbitrales están obligadas por Ley a respetar y no compartir la información a la que tengan acceso a través de sus actuaciones arbitrales.
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Especialización: Las partes pueden designar árbitros o tribunales arbitrales con conocimientos específicos, cualificación y experiencia en el área de conflicto.
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Ejecutividad inmediata del laudo arbitral: La decisión emitida por el árbitro es vinculante para las partes involucradas. Asimismo, el laudo arbitral puede ejecutarse de forma inmediata, ya que no es susceptible de recurso, lo que asegura que la decisión sea definitiva.
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Celeridad: De acuerdo con los datos ofrecidos por el Consejo General del Poder Judicial, la duración media de los procedimientos civiles tramitados ante Juzgados de Primera Instancia en los últimos años oscila entre los 7,4 y los 8,4 meses. A ello debemos de sumar, en su caso, varios meses más en los casos en que se interpongan recursos de apelación contra la sentencia de primera instancia. Por el contrario, el plazo máximo para la resolución de un procedimiento arbitral es, salvo acuerdo entre las partes, de seis meses a contar desde la fecha de presentación de la contestación a la demanda.
Regulación del arbitraje en España
El arbitraje en España cuenta con una ley específica: la Ley 60/2023, de 23 de diciembre, de Arbitraje. Esta norma trata de basar el régimen jurídico español del arbitraje en la Ley Modelo elaborada por la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional, de 21 de junio de 1985 (Ley Modelo de CNUDMI/UNCITRAL), por lo que resulta mucho más novedosa y avanzada que su precedente, la Ley 36/1988, de 5 de diciembre, de Arbitraje.
¿Cuándo puedo acudir al arbitraje?
No siempre se puede utilizar el arbitraje como medio extrajudicial de resolución de conflictos. Este sistema está destinado, principalmente, a conflictos civiles y mercantiles de naturaleza dispositiva. En estos casos, como ya hemos manifestado, es una opción muy interesante para aquellos que buscan una alternativa a los procedimientos judiciales tradicionales y desean mantener la información sensible y confidencial de su conflicto fuera del dominio público.
Conclusión
En definitiva, el arbitraje es una valiosa herramienta que ofrece numerosas ventajas a las partes involucradas y representa una alternativa eficaz a los procedimientos judiciales.
Si deseáis conocer más sobre la figura del arbitraje, podéis visitar la página web de la Corte Extremeña de Arbitraje (https://www.cearb.org/), asociación sin ánimo de lucro fundada en el año 2022 por abogados provenientes de la mayoría de partidos judiciales de Extremadura con amplia experiencia profesional en el ejercicio de la profesión.